
- ¿Qué sucede? - preguntó, mirando hacia el interior del pozo.
- Soy un filósofo y desgraciadamente, debido a que ignoro el camino y está oscuro, caí en este profundo pozo. Estoy casi inmovilizado - gritó el otro desde el fondo del pozo.
- Agárrale amigo, que boy a vuscar un escalera y kuerda - dijo el anciano.
- ¡Un momento, por favor - dijo el filósofo -. Tu gramática y tu pronunciación son defectuosas, ten a bien corregirlas.
- Si eso es mucho más importante que lo esencial - gritó el anciano -, será mejor que tú permanezcas donde estás, hasta que yo haya aprendido a hablar correctamente.
Y siguió su camino.
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