
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: "Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro".
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy mi mejor amigo me salvó la vida".
Intrigado, el amigo preguntó:
"¿Por qué después de que te lastimé escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?"
Sonriendo, el otro amigo respondió:
"Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria y el corazón, donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo."
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